La educacion es un proceso que permite que una persona asimile y aprenda conocimientos.
Las nuevas generaciones logran adquirir los modos de ser de las
generaciones anteriores y se produce una concienciación cultural y
conductual. Con la educación, el sujeto adquiere habilidades y valores.
El arte por su parte, es el
conjunto de creaciones humanas
que expresan una visión sensible sobre el mundo, tanto real como
imaginaria. Los artistas apelan a los recursos plásticos, sonoros o
lingüísticos para expresar sus emociones, sensaciones e ideas.
La
educación artística, por lo tanto, es el método de enseñanza
que ayuda al sujeto a canalizar sus emociones a través de la expresión
artística. En este sentido, este tipo de educación contribuye al
desarrollo cultural del hombre.
La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura) es uno de los organismos internacionales que más
se preocupa por la educación artística. De ahí que sea frecuente que
prepare distintos eventos que giran en torno a la misma. Este sería el
caso, por ejemplo, de la Semana Internacional de la Educación Artística
que llevó a cabo en el año 2012.
A nivel de país, podemos destacar que desde el Gobierno de España,
concretamente desde el Ministerio de Educación, se han ido llevando a
cabo diversas iniciativas en esta misma línea tales como el Encuentro
Nacional de Docentes de Danza, la Feria Nacional de Educación y Arte, el
Encuentro Federal de Arte y Tecnología o el Encuentro Nacional de
responsables políticos de educación artística.
La noción de arte cambia con el correr del tiempo; la educación
artística, por lo tanto, debe adaptarse a estas modificaciones. En la
antigüedad, por ejemplo, el arte tenía especialmente una función ritual y
mágica, algo que fue perdiendo con los siglos.
La educación artística, por lo tanto, reproduce los parámetros
artísticos de su época al difundirlos entre los alumnos. Sin embargo, su
objetivo no debe ser la copia o imitación, sino el desarrollo de la
individualidad de cada estudiante. La educación tiene que dar las
herramientas necesarias para que el sujeto actúe con ellas y pueda explotar su potencial.
La
educación plástica, la
educación musical y la
educación expresiva del cuerpo son algunas de las disciplinas que forman la educación artística, una asignatura que no suele recibir demasiada atención en los currículos escolares.
En el caso de España dicha asignatura, especialmente lo que es la
educación plástica y la educación musical, está presente en los niveles
educativos de Primaria y Secundaria. Concretamente plástica y música se
establecen como dos asignaturas absolutamente diferentes en las que se
intenta que los alumnos consigan los mejores conocimientos y habilidades
en ambos campos.
En un primer momento estas materias se desarrollan con el claro
objetivo de que el alumno se habitúe al lenguaje de la educación
artística, se le sensibilizará para que descubra los ámbitos que la
conforman. Mientras posteriormente, una vez dados esos primeros pasos,
se trabajará para que aquel estudiante pueda no sólo descubrir sus
habilidades y potencialidades sino también profundice en la percepción y
descubra como el arte está presente en muchos aspectos de nuestra vida.
LA DANZA
La
danza es la
acción o manera de bailar. Se trata de la ejecución de movimientos al ritmo de la
musica que permite expresar sentimientos y emociones. Se estima que la danza fue una de las primeras manifestaciones artísticas de la
historia de la humanidad.
Es importante resaltar el hecho de que la danza tiene su origen ya en
la Prehistoria pues desde siempre el hombre ha tenido la necesidad de
expresar sus sentimientos y no sólo a través de la comunicación verbal
sino también mediante lo que sería la comunicación corporal. No
obstante, en esos orígenes el ser humano recurría a la danza como parte
fundamental de rituales relacionados con la fecundidad o la guerra.
La danza implica la interacción de diversos elementos. El movimiento del
cuerpo requiere de un adecuado manejo del espacio y de nociones rítmicas. La
intención del bailarín es que sus movimientos acompañen a la música. Por
ejemplo: un música de ritmo lento y tranquilo requiere de pasos de
danza pausados y poco estridentes. La expresión corporal también se
apoya en la
vestimenta utilizada durante la danza.
Es importante tener en cuenta que el predominio del ritmo o del uso
del espacio puede variar de acuerdo a la danza en cuestión. Otros
factores que exceden a la danza en sí, como la mímica y el canto,
también forman parte del baile.
Muchos son los tipos y géneros de danza que existen. No obstante, fundamentalmente podemos dividirlos en tres grandes grupos:
Danzas tradicionales y folklóricas. En este caso, bajo dicha
denominación se encuentran aquellas que son fruto de la cultura popular
de una población y que se entienden como parte fundamental de su riqueza
etnográfica. Entre los mismos se hallan el flamenco, el tango, la danza
árabe o los llamados bailes de salón.
Danzas clásicas. Desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días se
practican este tipo de danzas que se identifican por el hecho de que
quienes las llevan a cabo a cabo realizan movimientos ligeros,
armoniosos y perfectamente coordinados. Dentro de esta categoría se
incluyen la danza medieval o el ballet, entre otros.
Danzas modernas. Los jóvenes son los que practican y desarrollan este
tipo de danzas que, en muchos casos, llevan asociadas una manera de
entender la vida e incluso de vestir. Entre las mismas se encuentran el
breakdance, el popping, el funky, el jumpstyle, el moonwalk o incluso el
rock and roll.
Muchos son los profesionales de la danza que a lo largo de la
historia han conseguido convertirse en auténticos mitos. Entre ellos
tendríamos que hablar, por ejemplo, de Mijail Baryshikov, Rudolf
Nureyev, Anna Pavlova o Tamara Rojo.
Se conoce como
coreografía a una estructura de
movimientos predeterminados que se lleva a cabo a la hora de ciertas
danzas. La coreografía indica los pasos a seguir durante el baile: se
trata, por lo tanto, de movimientos que no son espontáneos, sino que
obedecen al diseño de un coreógrafo.
Las coreografías adquieren mayor relevancia en los espectáculos de
danza donde bailarines profesionales suben a un escenario con la
intención de montar una obra artística. Las
danzas rituales
o los bailes informales, en cambio, no suelen seguir ningún tipo de
coreografía. En estos casos, cada bailarín elige con total libertad los
pasos a seguir.